jueves, 27 de agosto de 2015

La caída helena

240.000 millones de euros. Esa es la cantidad que Grecia ha recibido en forma de rescates financieros. Contrató hasta 2009 a más de 100 mil nuevos funcionarios, a los que concedió sustanciosos incrementos salariales, lo que hizo subir las nóminas de los empleados públicos en un 70%. Pudo ser la política helena de un gobierno conservador; pudo ser la sobredimensión del Estado. Pero si hay algo que es claro, es la situación de Grecia. Y es que el tema no está para cumpleaños. Ante esta situación solo podemos preguntarnos si Grecia podría (o debería) salir del euro. Una situación, cuanto menos, peliaguda. La situación social griega es algo demasiado complicado: la violencia y el descontento en las calles es evidente. La bajada de las pensiones y el poco salario que le queda a los ciudadanos helenos ha hecho que la necesidad de estos de salir a las calles a protestar se haga evidente. Violencia, descontento, quiebra y caída son palabras que van de la mano con Grecia. Este es su pasado y su presente pero, ¿qué hay del futuro?

Los europeístas más radicales han lanzado clamores para hacer que Grecia salga del euro. Entre ellos, Viena, ha sido una de las más fieles defensoras de dejar quebrar a Grecia en vez de rescatarla. Esta acción que aquí suena 'fácil' conlleva unos efectos secundarios mortales. Analicemos primero porqué Grecia está en esa situación. Su crisis se formó debido a básicamente a dos cosas. La primera es el alto nivel de la deuda pública, el 113 por ciento del PIB, y su déficit público supera el 12% del Producto Bruto Interno (PIB). La segunda es la falta de confianza de los inversores hacia ella (esto significa que Grecia no recibía prácticamente ninguna inversión extranjera)

El escenario que se presenta es la salida de Grecia de la moneda única.Situación que tratan de evitar, como si se tratara de los 7 pecados capitales. Esta situación sería tremendamente dañina para el país heleno. Para empezar sus mercados se resentirían tanto que la bolsa griega cerraría en mínimos históricos. La moneda que adoptasen tendrían que responder inmediatamente devaluándose (la autoridad competente hace que la moneda pierda parte de su valor para intentar que esta sea más competitiva) e intentar hacer una campaña de atracción de capital. Necesitaríainversiones rápidas y, por lo tanto, haría lo posible para conseguirlo. Los salarios bajarían drásticamente porque el dinero obtenido iría directamente hacia pagar la deuda, sin otro fin. El escenario tétrico nos dice que el Estado llevaría la austeridad - nulo gasto público - hacia su máximo exponente por lo que no podrían estimular la economía. Pero sin duda, el peor día para la economía griega, sería el día en el que pidiesen el rescate (puesto que el inversor se preguntaría "¿qué ha pasado?". Al no obtener una respuesta clara movería su capital provocando una fuga de capitales)